Si
desde un paradigma sociocultural el aprendizaje es conceptualizado como la
apropiación y dominio de herramientas culturales valoradas de manera histórica
por los miembros de una comunidad de práctica, ¿de qué manera la utilización de
un paradigma sociocultural ayuda al diseño de actividades pedagógicas mediadas
por tecnología digital, así como a la evaluación de dichas actividades y de las
políticas institucionales y educativas que las sustentan?
Para Henríquez y Veracoechea (2008), la utilización pedagógica de la
tecnología proporciona a la enseñanza la flexibilidad necesaria para poder
cubrir las necesidades individuales del estudiante. En la era de la tecnología,
recursos como la computadora, el video
beam, pizarrones electrónicos, reproductores de audio y muchos otros
dispositivos que permiten el uso de elementos multimodales han realizado
valiosos aportes a la educación.
La meta y propósito
fundamental del campo de la tecnología en la educación es el de facilitar y
mejorar la calidad del aprendizaje humano. Dado que esta meta es compartida con
cada rama de la educación, no es suficiente para servir de justificación a un
campo en particular. La singularidad de la educación tecnificada y, por
consiguiente, su razón de ser, radica en el enfoque filosófico y práctico que
toma para lograr ese propósito.
Las
diferentes herramientas sociales que se han generado a partir de la tecnología
han dado lugar a comunidades que incluyen a personas de diferentes culturas y
edades. Entre estas herramientas el Internet se ha vuelto constantemente más
imprescindible y va ganando terreno en el desarrollo de actividades
profesionales, sociales y académicas. Este crecimiento del uso de las
tecnologías en los procesos educativos valorizan el papel del mentor, ya que no
solamente se requiere una mejor y más constante guía para el estudiante, sino
que tendrá que corroborar lo que han aprendido, eso implica que tendrán que
demostrar sus habilidades y su conocimiento, y no solamente manejar la
información de un cierto tema. La interacción de los estudiantes con sus
profesores gana importancia en la medida que enriquezca sus experiencias, por
lo que la calidad de la actividad de mentoría será fundamental.
La educación enfocada en los procesos de construcción del conocimiento y
no tanto a la adquisición de la información utiliza menos tiempo a la
transmisión de información con medios como el pizarrón, el dictado y las notas
del curso. El tiempo invertido en esas actividades se puede utilizar de mejor
manera mediante el uso de herramientas tecnológicas y recursos educativos
abiertos (REA).
La
aplicación de los recursos tecnológicos, en especial los computacionales como
herramienta didáctica, ha sido estudiada y aplicada en diversas instituciones
educativas y bajo diversos parámetros, pues las TIC se han convertido en
elementos consustanciales a la configuración y diseminación de valores y
patrones culturales de la población en general, y de los jóvenes y niños en
particular. El contar con estos recursos en las instituciones educativas es un
evento al que no se puede dar la espalda o mantenerse al margen, así como su
presencia es un hecho en nuestra vida social y laboral. Por otra parte, están
modificando sustantivamente no sólo las tareas y actividades que realizamos con
los mismos, sino también nuestra percepción de la realidad.
La
educación, enfocada en aspectos socioculturales, se apropia de esta herramienta
para la mayor parte de sus tareas, ya que se convierte en parte de las
profundas transformaciones culturales, tecnológicas y sociales que están
alrededor de estas herramientas. Tanto el uso de las tecnologías, como la
lectoescritura forman parte de las actividades dentro del aula y son asumidas
de forma natural por los estudiantes. Ambas se encuentran además
interrelacionadas, ya que los recursos tecnológicos estimulan y motivan a los
estudiantes al aprendizaje de diferentes códigos escritos. Estos recursos
ofrecen un importante apoyo didáctico a para el fortalecimiento del proceso de
aprendizaje en diferentes áreas del saber, apoyándose fundamentalmente en el
lenguaje y en los documentos multimodales creando sus propias normas sociales y
sus propias reglas de interacción (Félix, 2011).
En
el proceso de incorporación de las TIC en el proceso de lectoescritura, juega
un papel fundamental la capacitación de los profesores, ya que algunos no
cuentan con las destrezas necesarias para aplicar estos medios en sus clases,
además de no estar familiarizados con las muchas posibilidades que el uso de
estas herramientas brinda a los estudiantes tanto en producción de textos como
para la investigación y otras actividades (Félix, 2011).
El
ingreso de las TIC en las diferentes actividades cotidianas está transformando
también los hábitos de lectura y escritura. Actualmente los estudiantes
utilizan estos medios para la investigación y producción de textos, así como
las consultas a bibliotecas o enciclopedias digitales. Eso ha reducido
considerablemente la lectura de materiales impresos (Ortiz, 2004).
Al
igual que en cualquier entorno, la aplicación de recursos tecnológicos en el
entorno escolar han generado corrientes tanto favorables como detractoras. En
especial porque la incorporación de una herramienta de trabajo, en especial considerando
que hay la costumbre de utilizar ciertas técnicas y métodos, genera siempre una
oposición entre los que se fascinan con las ventajas de lo nuevo y los que
prefieren la tranquila rutina de lo conocido. Lo que es claro es que se debe
encontrar un equilibrio evitando el fanatismo de ambas partes; no es la
tecnología la nueva panacea universal, pero tampoco es un nido de peligros
reales e imaginarios (Ortiz, 2004).
Las
TIC, lejos de poder ser consideradas como simples aparatos de entretenimiento o
comunicación con efectos negativos o positivos dependiendo de su uso, constituyen
una dimensión de las culturas contemporáneas ya que se han convertido en otro
medio más para configurar y transformar un conjunto de prácticas, saberes y
representaciones sociales, extendiendo este proceso a todas las formas de la
vida cotidiana y no sólo a situaciones específicas en las que los sujetos se
exponen a la recepción de productos mediáticos.
Estos
recursos brindan nuevos medios para la percepción, razonamiento e
interpretación del entorno, medios claramente diferenciados de la lógica de la escritura.
Esta última se caracteriza por la linealidad, la progresividad en la
presentación de las ideas, que facilita el desarrollo de habilidades como la
argumentación y la abstracción; mientras que las TIC potencian otras
habilidades, como la capacidad de apropiación de estímulos visuales a gran
velocidad, la facilidad para realizar diferentes tareas al mismo tiempo, la
apropiación de lenguajes que se expresan a partir de múltiples soportes. Es por
ello que los estudiantes tienen una clara capacidad para adaptarse rápidamente
a diversos contextos, que disponen de una notoria capacidad para utilizar las
tecnologías y de rapidez para percibir y articular imágenes (Dirección General
de Cultura y Educación, 2007).
La
implementación de las TIC en las diversas actividades profesionales, sociales y
personales, ha generado la necesidad de aprender nuevas formas de leer y
escribir. Tanto la lectura como la escritura se realizan ahora sobre documentos
digitales que combinan textos con diversos elementos audiovisuales generando
documentos multimodales que requieren nuevas habilidades, ya que las
diferencias entre la lectura o escritura tradicional y la nueva lectoescritura
digital son muchas y comprenden múltiples aspectos. La lectura se realiza en
una pantalla en lugar de sostener un libro. Esta visualización permite hacer
cambios en la apariencia del documento, ya sea en el color, tamaño, tipo y
otras posibilidades que facilitan el acceso a la lectura a personas con
discapacidades. Con respecto a la escritura, si comparamos las posibilidades de
la escritura digital frente a un lápiz y un papel, la primera cuenta con el
apoyo de las múltiples funcionalidades que ofrecen los procesadores de textos
multimedia. Otros medios que ofrece Internet para la escritura son los correos electrónicos,
chats, foros, blogs, bitácoras y wikis, coadyuvando a hacer del lenguaje
escrito un muy importante medio de comunicación sincrónica y asincrónica (Marquès,
2006).
Referencias
Dirección
General de Cultura y Educación. (2007). Niveles y Modalidad del Sistema
Educativo. Marco General de Política
Curricular. Buenos Aires, Argentina. Recuperado de: http://abc.gov.ar/lainstitucion/organismos/consejogeneral/disenioscurriculares/documentosdescarga/marcogeneral.pdf
Henríquez,
G, Veracoechea, B. (2008). Herramientas de escritura basada en la computadora
para tutores y/o investigadores. Red de
Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal.
Laurus [en línea], 14 (26) 168-188. Recuperado de:
<http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=76111491008>
Marquès
Graells, P. (2006). Proyecto Educativo El
libro de nuestra escuela - El papel de las TIC en el proceso de lectoescritura.
Barcelona, España: Editorial Planeta Grandes Publicaciones
Ortiz,
O. (2004). Lectura y escritura en la era digital. Desafíos que la introducción
de las TIC impone a la tarea de estimular el desarrollo del lenguaje en niños
jóvenes. Edutec. Revista Electrónica de
Tecnología Educativa. (17). España: Recuperado de Internet:
http://www.uib.es/depart/gte/edutec-e/revelec17/ortiz_16a.htm